El escándalo que se desató en Egipto fue morrocotudo. El comité de fetuas de Al Azhar se reunió, anuló el edicto y sancionó al clérigo que lo emitió. Poco después, el presidente de esa universidad, Ahmed al Tayeb, propuso la creación de un canal de televisión para controlar "la profusión de fetuas que se emiten por dinero, o por gente ávida de fama, lo que ofende al islam y a la sociedad".
Hay decisiones esperpénticas, como la de alentar al asesinato de Mickey Mouse." (El País, ed. Galicia, Sociedad, 03/10/2007, p. 45)
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