"“Cuando me presentaron a ese punto enseguida supe que no era un signo de puntuación normal, y que me traería problemas porque ningún punto te da la mano como si fuese un punto y coma, no sé si me entiendes”, ha declarado el expresidente del Gobierno para acusarle en el caso Kitchen mientras asegura que tanto su inicial M como su apellido Rajoy se encontraban absolutamente al margen de sus andanzas en el caso de espionaje contra Bárcenas. “Él llevaba su rutina, y mi inicial y mi apellido llevábamos la nuestra, aunque de vez en cuando compartiésemos los mismos libros de contabilidad”, ha señalado Mariano Rajoy.
Al parecer, según los mismos asesores del expresidente, el punto podía abandonar su lugar junto a la inicial siempre que se le antojase, y sin estar obligado a dar explicaciones al gabinete de prensa ni a sus escoltas. Asistir a una reunión con la Federación Española de Paréntesis, hablar con el Sindicato de Corchetes o simplemente salir a almorzar con un par de comas solían ser motivos habituales para sus salidas. El hecho de que el punto regresase muchas veces con la camisa por fuera y los nudillos ensangrentados sí pudo causar extrañeza en la inicial M, pero se atribuyó a su desordenada vida personal.
“No miraba como miran todos los puntos sino entornando los párpados, como si quisiera ser una diéresis, y también tomaba notas y hablaba por teléfono constantemente”, ha puntualizado Rajoy, “cosa inexplicable en un signo ortográfico tan sencillo”, ha añadido el expresidente sobre la estrafalaria forma de proceder del punto.
La Asociación Española de Puntos ya ha aclarado que ningún
punto, por sí solo, puede separarse de una letra sin perder todo su
sentido y pide que se investiguen los últimos movimientos de la M." (Toni García, Rokambol news, 10/09/20)
No hay comentarios:
Publicar un comentario