"Los guardias civiles y policías nacionales que han sido movilizados en Cataluña ante el referéndum ilegal del 1 de octubre están sufriendo el acoso de grupos independentistas, que acuden a sus lugares de residencia o alojamiento para perturbar su sueño.
Los miles
de agentes han recibido instrucciones precisas de mantener la calma y no
responder a provocaciones, ya sea en sus residencias en sus
actuaciones.
Pero hay quienes han desobedecido. Como este agente del GRS
de la Guardia Civil de Sevilla, que respondió con cante flamenco al
escrache con cacerolada que le estaban haciendo bajo el balcón del hotel
de Calella (Barcelona) donde se aloja esta unidad. El fandango del
guardia acabó levantando oles y callando la cacerola." (El País, 22/09/17)
No hay comentarios:
Publicar un comentario