"El “bofetón togado” será simbólico, no
hará ruido y apenas dolerá, según las primeras informaciones del
ministerio del Interior.
El propio Mariano Rajoy ha querido dejar claro
que los agentes solo propinarán ese bofetón a aquellos jueces que se
muestren particularmente empecinados en entorpecer la prodigiosa
recuperación económica de España, y solo se aplicará después de agotar
todas las vías de diálogo y negociación previas al cachete. “Está muy
bien que los jueces luchen contra la corrupción, pero sin obsesionarse”,
ha dicho el presidente.
La policía seguirá manteniendo el
tratamiento de usted a los magistrados y evitará eructar o escupir en su
despacho, aunque sí dispondrá ahora de una pequeña licencia para
sentarse en el borde de la mesa mientras hojean los papeles del juez o
le practican una llave simple para inmovilizarlo.
“Primero hablar,
hablar y hablar, y luego abofetear”, es la consigna que el ministro de
Justicia ha hecho llegar a todos los cuerpos de seguridad del Estado
para que se siga manteniendo el debido respeto a la magistratura.
Los agentes deberán llamar siempre a la
puerta antes de entrar al despacho de un juez y no orinaran dentro en
ningún caso, a menos que el policía sufra trastornos de próstata o
disponga de un rango superior al de sargento.
El criterio judicial de
los agentes prevalecerá siempre sobre el del magistrado, salvo si éste
último se encuentra en posesión de un salvoconducto extendido por el
Banco de Santander, la Conferencia Episcopal Española, o Iberdrola.
Aunque la autoridad sobre los jueces
también se extiende ahora a los kioskeros, los hombres rana de la
Guardia Civil y los fontaneros con carnet de instalador oficial de gas,
en ningún caso estos colectivos cuentan con autorización para propinar
el bofetón togado. “Pueden hacer el amago, claro que sí, pero sin llegar
a abofetear”, precisa el ministro de Justicia, Rafael Catalá." (Rokambol news, 09/12/2014)
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