"El Tribunal de Estrasburgo ha dado
finalmente la razón a la Comisión Independiente de Vigilancia de
Contenidos en Televisión, a la ONU y a la Asociación Europea contra los
Sustos Desproporcionados, y obligará a las cadenas de televisión a que
limiten estrictamente las apariciones del presidente del Gobierno
español a los horarios nocturnos.
Las imágenes del presidente, además,
irán siempre precedidas de un protocolo previo de visionado que constará
de varias fases antes de permitir el acceso directo a Rajoy. En la
primera de ellas, un espacio de veinte minutos de duración, emitirá
escenas de terror extremo mezcladas con chistes muy graciosos.
“Queremos
que el telespectador ría y se aterrorice a partes iguales antes de
enfrentarse con las imágenes y las palabras de Rajoy”, ha explicado el
portavoz de la Comisión de Vigilancia.
Después de este primer espacio
preparatorio, la señal de televisión desaparecerá y sonará una alarma
antiaérea acompañada con destellos anaranjados y sonidos “chungos” del
Averno durante cincuenta y ocho minutos, tras los cuales explotarán,
consecutivamente, el frigorífico de la vivienda, la abuela paterna, el
horno, el garaje y dos armarios roperos.
“Las explosiones controladas se
provocan para atemperar los nervios del telespectador, y también para
concederle una última oportunidad de desviar su atención hacia otras
actividades menos peligrosas”, puntualizan desde la Comisión de
Vigilancia.
Después de los nueve minutos de
explosiones regresará la sintonía a la televisión y aparecerá Mariano
Rajoy hablando de España, aunque los espectadores todavía podrán optar, a
través del teletexto, por distorsionar la voz del presidente y evitar
así que alguna de las eses que suelen escapársele al presidente salga
disparada hacia el salón comedor y le seccione una arteria importante a
cualquier telespectador desprevenido." (Rokambol news, 01/10/2014)
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