"Habiendo anunciado ayer por la tarde el jefe de una oficina de
Barcelona que estaría ausente durante toda la mañana de hoy, los
trabajadores de la misma han logrado establecer una auténtica utopía
social en la que se toman las decisiones de manera conjunta y con la
participación de todos.
“Nos dimos cuenta de que, sin líder, estábamos obligados a tomar las
decisiones nosotros mismos y, en vez de escoger a un nuevo dirigente o
llamar por teléfono al director, decidimos organizarnos entre todos de
forma autónoma”, explica Cristina Martínez, de contabilidad, una de las
principales ideólogas de la nueva sociedad que ha tenido lugar en la
oficina de Barcelona, surgida gracias al vacío de poder de esta mañana.
Según ha podido saber la prensa, en las tres horas que el director de
la oficina lleva ausente se ha logrado un perfecto equilibrio entre las
capacidades individuales y la preservación de los objetivos
empresariales, instaurándose una verdadera democracia en la que todos
velan por sus intereses individuales así como por el bien común.
La oficina, que ha conseguido superar las pulsiones e intereses
individuales del ser humano, ha materializado con éxito, por primera vez
en la Historia, los supuestos del socialismo científico planteado por
Karl Marx. Según explican los trabajadores, se han organizado
horizontalmente en una red de competencias equitativa, eficiente y
democrática.
“No hay líder porque todos somos el líder”, confirma una auxiliar
administrativa. En la toma de decisiones se han anulado las antiguas y
obsoletas jerarquías basadas en privilegios del antiguo régimen, el que
imperaba ayer por la tarde, cuando el jefe estaba en su despacho.
“Hemos devuelto el poder soberano a los trabajadores”, añade la auxiliar.
Al cierre de la edición, fuentes anónimas de la oficina han informado
de que, a las 12:30, cierta disputa en torno a la temperatura del aire
acondicionado ha obligado a varios trabajadores a enviar un email de
queja al jefe, solicitando su intervención en el conflicto." (Kike García , El Mundo today, el 31 de enero, 2014)
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