"Ridículo. Un cabreo infantil y sin sentido, que refleja lo fuera de sus cabales que anda el personaje.
El presidente de la Generalidad, Artur Mas, no asistió a un acto de Fomento del Trabajo previsto para este jueves 17 de octubre de 2013, por la noche, en Barcelona por un desacuerdo de protocolo con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría (...)" (Periodista Digital)
"(...) ¿Es que habían quedado Mas y Santamaría para tomar café y hablar del
proceso? No, para nada. Se entregaban las medallas de Fomento del
Trabajo y el protocolo del Estado indica que el presidente de la
Generalidad es el representante ordinario del Estado en ausencia de
autoridades de mayor rango, entre las cuales figuran el Rey, el
presidente del Gobierno (en carne mortal o en funciones) y el presidente
del Congreso de los Diputados.
Mas ya se llevó un rebote del quince en
la misa de Tarragona (la de la beatificación) porque acudió Jesús
Posada, presidente del Congreso, y le tocó hacer de segundón.
Y ayer
decidió que una y no más, porque como el presidente del Gobierno está en
Panamá (Cumbre Iberoamericana), la presidenta del Gobierno en funciones
era "Sorayita" (según la nombran quienes no son partidarios del PP, lo
que parece ser que no es incompatible ni con el más acendrado feminismo
ni con el respeto a las personas) y hasta ahí podíamos llegar. (...)" (Pablo Planas, Crónica global, Viernes, 18 de octubre de 2013)
"Un detalle en el protocolo provocó este jueves un nuevo desencuentro
entre la Generalitat y el Gobierno.
El presidente catalán, Artur Mas,
plantó a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría en la entrega de
premios de la patronal Fomento del Trabajo. Era una foto esperada en una
semana de especial tensión entre la Generalitat y la Moncloa y que no
se produjo porque Mas no aceptó ser relegado en el protocolo por la
vicepresidenta.
Una hora antes del inicio del acto, Mas comunicó a Joaquim Gay de
Montellà, presidente de Fomento, que no acudiría a los premios de la
patronal porque, según el programa, él no presidía el acto, honor que
recaía en Sáenz de Santamaría.
El cargo de vicepresidenta no le sitúa en
un rango superior a un presidente autonómico pero con el presidente del
Gobierno, Mariano Rajoy, volando hacia Panamá para participar en la
Cumbre Iberoamericana, Sáenz de Santamaría acudió a Barcelona en calidad
de presidenta del Ejecutivo en funciones.
La Generalitat se percató el miércoles de esta situación, al recibir el
programa de Fomento y comprobar que era Santamaría la encargada de
presidir el acto. El Gobierno catalán negoció con la patronal y con La
Moncloa para que Mas ostentara la presidencia, algo que incumplía las
normas previstas.
Finalmente la representación catalana la asumió el
consejero de Empresa, Felip Puig. Según un portavoz de la Generalitat,
Mas no acude a ningún acto que no presida, salvo las visitas del Rey, el
Príncipe o el presidente del Gobierno.
“Es un gesto de dignidad
institucional”, explicaron sus colaboradores. El ex presidente Jordi
Pujol implantó esta práctica los 23 años que estuvo al frente de la
Generalitat. (...)" (El País, 17/10/2013)
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