"Además del banco malo y el banco hijo de
puta, que el Gobierno está a punto de poner en marcha para sanear la
deplorable situación financiera de la banca española, se creará también
un banco idiota y un banco feo que intentarán absorber los detritus que
esos dos bancos vayan generando después de asumir los activos tóxicos de
los actuales bancos cabrones, como se conoce popularmente a los bancos
de toda la vida.
A parecer, el banco idiota ni siquiera
preguntará al banco malo y al banco hijo de puta por la bazofia que
éstos le endosen, y si lo hace se creerá al pie de la letra todas las
mentiras que le cuenten, especialmente aquellos embustes que contengan
personajes de Disney y dragones.
Por su parte, el banco feo se limitará a
dejarse menospreciar por el sector financiero y provocará de esa manera
flujos de capital suculento hacia otras entidades que aún siendo poco
atractivas resultarán entonces más estupendas a la vista de los
inversores.
El banco feo y el banco malo podrán ser sodomizados por el banco hijo de puta siempre que el cash flow de éste último sea igual o menor a una cifra que resultará de dividir el peso atómico del vanadio por el perímetro escrotal de José Luis de Guindos, ministro de Economía.
El banco feo y el banco malo podrán ser sodomizados por el banco hijo de puta siempre que el cash flow de éste último sea igual o menor a una cifra que resultará de dividir el peso atómico del vanadio por el perímetro escrotal de José Luis de Guindos, ministro de Economía.
Tanto el banco idiota como el banco feo y
el banco hijo de puta se nutrirán íntegramente de la desesperación de
los ciudadanos y la ignominia de los gobernantes en una proporción aún
no establecida pero que los mercados confían en que sea lo más injusta
posible." (Rokambol News, 31/08/2012)
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