3/12/09

¡Que se immolen ellos!

"Era terrorista, pero no tonto. El testigo protegido F1, que alertó a las fuerzas de seguridad del plan de la organización yihadista Al Qaeda para atentar con explosivos en el metro de Barcelona en enero de 2008, se enteró en la capital catalana de que de fabricante de las bombas se iba a convertir en suicida y ello fue determinante para que decidiese echar abajo la operación.

F1, que ayer declaró en el juicio contra 11 miembros de la célula yihadista catalana formada en su mayoría por paquistaníes, explicó a preguntas del fiscal Vicente González Mota que un responsable de Al Qaeda en París le había dado instrucciones en enero de 2008 para que se desplazase a Barcelona para fabricar una serie de bombas que se iban a colocar en vagones del metro, que se harían estallar cuando estuvieran en los túneles.

Sin embargo, cuando llevaba dos días en Barcelona preparando la operación, el jefe de la célula catalana, Maroof Ahmed Mirza, y uno de sus lugartenientes, Ahmed Hafeez, le explicaron que ya no iba a ser el que confeccionara los artefactos explosivos, sino que el plan había cambiado y que él se encargaría de portar una de las bombas que estallarían en los trenes del metro. (...)

El testigo protegido precisó que le dejaron hablar por teléfono con su mujer, que se encontraba en Pakistán, pero que una vez finalizada la llamada, uno de los responsables del grupo, Shaib Iqbal, le comunicó que ésa iba a ser la última vez que hablaba con su familia. Como el testigo protestó por no haber sido informado de esa circunstancia, Iqbal le dijo que no se lo había dicho porque de lo contrario hubiera tenido una gran carga emocional y que podría haber revelado la operación si hubiera habido personas escuchando la llamada.

Tras la llamada a su esposa, según dijo, se vino abajo y se puso en contacto con los servicios de seguridad franceses para desactivar la operación." (El País, ed. Galicia, España, 17/11/2009, p. 15)

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