25/10/23

En 1962, USA quiso derrocar a Fidel Castro con una operación frikísima: un submarino lanzaría bengalas y proyectaría figuras de ángeles sobre el cielo de La Habana para anunciar la Segunda Venida de Jesús y así provocar una insurrección entre los cubanos... cousas veredes

Pedro Torrijos @Pedro_Torrijos

En 1962, USA quiso derrocar a Fidel Castro con una operación frikísima: un submarino lanzaría bengalas y proyectaría figuras de ángeles sobre el cielo de La Habana para anunciar la Segunda Venida de Jesús y así provocar una insurrección entre los cubanos.

Esta es la historia: en 1975, el exagente de la CIA Thomas Parrott fue llamado a testificar en el Comité Church del Senado de los Estados Unidos sobre las operaciones de inteligencia del gobierno en Cuba, especialmente la Operación Mangosta.

Tras el fracaso de la invasión de Bahía Cochinos en abril del 61, la administración Kennedy no tiró la toalla y siguió empeñada en derrocar a Castro. Pero esta vez no lo haría por las bravas sino desde dentro, mediante acciones de inteligencia, terrorismo y subversión. Así, en noviembre de ese mismo 1961 nacía la Operación Mangosta, el programa secreto que englobaría todas esas acciones.

Al frente de la Operación Mangosta pusieron a Edward Lansdale, una especie de superagente de total confianza tanto para John F. como para Bobby Kennedy. Lansdale, que por aquel entonces ya era uno de los jefes de operaciones del Pentágono, parecía ideal para el puesto porque no confiaba demasiado en la acciones exclusivamente militares (se opuso a Bahía Cochinos), si bien contaría con todo el apoyo de la CIA y de los militares que fuesen necesarios.

Sin embargo, tanto en su etapa en la CIA como ya en el Pentágono, a Lansdale se le consideraba «poco ortodoxo». De hecho, su lema para la Operación Mangosta era «Eliminación por Iluminación». Y lo de la iluminación parece que quería llevarlo al extremo porque, según declaró Parrott en el 75, una de las operaciones que propuso Lansdale era verdaderamente descabellada: la operación «Iluminación por Submarino».

La operación duraría desde febrero hasta noviembre del 62 y consistía en la propagación en Cuba del rumor de que Jesús estaba en contra de Fidel y, de hecho, de que Fidel era algo así como el Anticristo, y que el Segundo Advenimiento de Jesús estaba al caer para confirmarlo.

Una vez el rumor estuviese firmemente asentado, un submarino se acercaría a la bahía de La Habana el 2 de Noviembre, justo después de Todos los Santos, y lanzaria bengalas multicolores y, en el caso de que la noche estuviese cubierta, proyectaría imágenes de ángeles en las nubes.

Según Lansdale, semejante despliegue provocaría la insurrección de la población aún mayoritariamente católica de la isla, que derrocaría a Castro gracias al fervor religioso. La operación nunca se llevó a cabo (lol) y, de hecho, cuando Lansdale escuchó las palabras de Parrott, dijo que todo eso era «absolutamente falso». Sin embargo, un documento de octubre del 62, desclasificado tras la muerte de Lansdale, prácticamente confirmaba la declaración de Parrott. En ese documento no aparecía lo del Segundo Advenimiento pero sí que «las bengalas proporcionarían un impacto esencial en los supersticiosos cubanos».

Quién sabe, quizá Parrott se pasó de inventiva o quizá Lansdale no quería dejar constancia por escrito de todo lo que decía en las reuniones secretas del Pentágono.

9:16 a. m. · 26 ago. 2023 1,2 M Reproducciones
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