"Tras años de fracasos en academias y en cursos intensivos, numerosos
españoles emigrados a Reino Unido han descubierto que ser insultados por
hablar castellano en el metro de Londres es la manera más rápida y
efectiva de aprender inglés. “Por solo 3,30 libras que te vale el viaje,
consigues pasar del nivel A1 al A2 en quince minutos y por cojones”,
aseguraba esta mañana Francisco Bermejo, un joven salmantino que fue
gravemente insultado por un grupo de adolescentes ingleses en el día de
ayer.
“A veces, después de una larga jornada de trabajo, lo último que te
apetece es ponerte a estudiar, pero si en el camino a casa te dan una
paliza, la pereza desaparece”, reconoce Cristina Villarejo, una chica de
Madrid que ya sabe pedir socorro en inglés de cinco maneras diferentes.
“En la sala de espera de urgencias también se adquiere mucho
vocabulario”, admite.
Cada vez más emigrantes españoles se hacen con la Oyster Card (a la
que ellos suelen llamar “carta de hostias”), que es una tarjeta prepago
que permite viajar en metro, autobús, tren y tranvía. “Los ingleses son
muy abiertos, no se limitan al metro, te pueden pegar en cualquier tipo
de transporte público”, apunta Lucas Mariño, un joven que aprendió a
conjugar los verbos irregulares tras recibir una brutal agresión en el
autobús. (...)" (Javi Ramos, El Mundo Today)
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