"La culpa la tengo yo por no saber
macroeconomía”, reconoció el propio delincuente después de que los
agentes de la comisaría a la que acudió a devolver la gallina sustraída
en 2012, y por la que ya tuvo que cumplir una condena de tres años, le
volvieran a detener e interponer nuevos cargos.
A pesar de que el ave estaba en
perfectas condiciones, el juez de guardia apreció evidentes intenciones
de falsedad en la vestimenta del acusado, que se presentó vestido con
traje, corbata, y sospechosamente repeinado hacia atrás. “Se ve
enseguida cuando un muerto de hambre pretende disfrazarse de corrupto”,
han señalado algunos testigos que presenciaron la entrega del ladrón
ante la policía.
El detenido, que se había preparado
minuciosamente la maniobra jurídica aprovechando su primera estancia en
la cárcel por el robo de la misma gallina, quiso ampararse bajo la
figura jurídica “in solutum”, es decir como pago a cuenta por los siete
años que aún podían caerle en otro juicio que tiene pendiente por haber
sustraído el animal en periodo de Cuaresma y con el permiso de conducir
caducado.
Al parecer, el juez le desmontó el argumento en un periquete
remitiéndose a “stare decisis, et quaeta non muovere” otra figura
jurídica que antepone la cotización del IBEX 35 y el misterio de la
Santísima Trinidad al reparto de proteínas entre la ciudadanía.
Ahora
serán once los años de reclusión que tendrá que afrontar el delincuente,
e incluso podrían ascender a quince si el interrogatorio a la gallina
demuestra que los huevos puestos por el animal eran consumidos “in situ”
por el acusado." (Rokambol news, 07/01/2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario