"Desde las 11,57 a las 12,19 horas de
ayer varios miembros del Gobierno de Mariano Rajoy tuvieron que
permanecer absolutamente callados ante el riesgo de que pudiesen armar
alguna frase veraz que contuviese información honesta o careciera de
valor electoral.
Aquellos que sufrieron el contratiempo en medio de una
rueda de prensa se vieron obligados a activar el protocolo de emergencia
y simularon un desmayo de clase C ante los periodistas.
Los ministros
del Partido Popular están autorizados a provocarse una lipotimia de
clase C ingiriendo una pequeña cantidad de hipocaína, una sustancia que
siempre llevan oculta en la solapa y que contiene una proporción de
cinismo diez mil veces mayor que sus propias palabras, de manera que
caen desplomados al suelo en cuanto se produce el contacto de la
hipocaína con la saliva.
El desabastecimiento de mentiras se
produjo a causa de una explosión en el Depósito Central de Embustes. Al
parecer, uno de los alambiques que transportan las patrañas hacia los
condensadores de cuentos chinos explotó por motivos aún poco claros. La
deflagración arrancó la cabeza a cinco filólogos mercenarios que se
encontraban en ese momento destilando veinte mil litros de farsa para la
obtención de bulos incendiarios.
La policía cree que la centrifugadora
de frases de González Pons se volvió loca con su último aserto y lanzó
una gran cantidad de barbaridades contra la torre de vacío que procesa
los bulos y se produjo la combustión espontánea. (...)
A las ocho de la mañana pudo restablecerse de nuevo el abastecimiento
gracias a la intervención de los bomberos-fontaneros del ministerio de
Eufemística." (Rokambol news, 18/06/2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario