"La Real Academia Española de la Lengua
advierte de que “alto” es ahora mismo el único halago que se le podría
dedicar al rey Juan Carlos en caso de que muriese hoy, si el Gobierno de
Mariano Rajoy no contiene inmediatamente la descomunal profusión de
loas, halagos, zalamerías y cucamonas que todavía estos días se están
ofreciendo al monarca desde la Moncloa y desde todos los medios de
comunicación.
El popular adjetivo “campechano” se
agotó a las dos horas del anuncio oficial del Rey comunicando su
abdicación, y el término “sencillo” tampoco podía pronunciarse veinte
minutos después en ningún lugar de España.
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