"La ministra de Trabajo ya ha lanzado un
mensaje de tranquilidad al colectivo de médicos especialistas en
ginecología y obstetricia que temen ser desplazados por esta nueva
avalancha de profesionales y les ha informado de las innumerables
posibilidades de trabajo que pueden encontrar ahora en Asia central,
Madagascar y Laponia.
“Tenéis un montón de fetos esperando ahí fuera”,
dijo ayer la ministra ante representantes de colegios médicos de toda
España.
El título que van a obtener los 27.000
sacerdotes es notablemente superior a la clásica licenciatura de
ginecología, pues a todos ellos se les concede el rango de ginecólogo
jurado, con autoridad para detener e interrogar no solo a las fieles de
su propia parroquia que se hallen en estado de buena esperanza sino a
todas aquellas ciudadanas que el ginecólogo jurado considere que deben
ser atendidas, exploradas o simplemente aconsejadas.
Por su parte, la ministra de Sanidad,
Ana Mato, también ha intentado transmitir confianza a diversos
colectivos y asociaciones de mujeres que dudan de la pericia de un
párroco para realizar correctamente una cesárea y hacer frente a las
posibles complicaciones de un parto.
“La Virgen María tuvo al niño Jesús
en un establo y ni siquiera se tuvo que quitar las bragas”, dijo la
ministra. “Y San José solo era oficial de 2ª en carpintería de
aluminio”, añadió. “Así que no nos pongamos finas”, apostilló la
secretaria de Estado." (Rokambol news, 21/01/2014)
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