"En la sede de Génova se dispararon ayer
todas las alarmas, incluidas las luminosas, las sonoras que hacen “Uah,
uah, uah”, y las que lanzan nitrógeno líquido sobre papeles de
extesoreros, al saberse que las reservas de desfachatez estaban
únicamente al 4 % de su capacidad, equivalente a veintisiete mil
toneladas brutas.
Según la vicepresidenta del Partido
Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, no hay suficiente para que lleguen
al final de la legislatura, ni aún suponiendo que la mitad de los
ministros dejasen de hacer declaraciones a los medios de comunicación.
Solo Cristóbal Montoro, puntualizó Santamaría, necesita ciento ochenta y
cinco mil kilos semanales para mantener las relaciones con la prensa y
el resto de las diferentes formaciones políticas. “Yo no sé lo que hago
con la desfachatez, pero se me van treinta kilos solo con decir buenas
tardes”, ha señalado el ministro de Hacienda.
La rotunda negativa de Pérez Rubalcaba a
que el PSOE pudiera efectuar un trasvase de desfachatez al Partido
Popular cuenta con el respaldo de todos los barones socialistas.
“Nosotros hace ya más de un año que estamos abasteciéndonos de los
depósitos auxiliares de desvergüenza. Como comprenderán ustedes, no
estamos para prestar desfachatez a nadie”, declaró ayer Rubalcaba a la
prensa.
El Partido Popular mira ahora a
Bruselas, y más concretamente a Ángela Merkel, esperando un gesto de
apoyo. Al parecer, la cancillera alemana podría estar dispuesta a enviar
siete mil camiones cisterna de desvergüenza en menos de cuarenta y ocho
horas, pero sería a cambio de veinte mil millones de euros.
UPyD se ha
ofrecido, con carácter humanitario, a prestar seis toneladas, pero
advierte de que su extraordinaria pureza podría ser peligrosa incluso
para Dolores de Cospedal." (Rokambol news, 23/05/2013)
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