10/11/09

Los diputados catalanes contratan un servicio de traducción porque sus invitados ¡hablaban en español!

Que una delegación del Gobierno de Nicaragua visite España no es nada extraño. Que visite Cataluña, tampoco. Pero que a una quincena larga de integrantes de la delegación nicaragüense les pongan cascos para traducción simultánea no deja de ser sarcástico. De chiste. O de película. O de tebeo.
Fuera bromas, eso es lo que ocurrió ayer en el Parlamento catalán. La Comisión de Cooperación y Solidaridad decidió que los nicaragüenses debían comparecer para explicar que han recibido ayudas. Se presentaba, paralelamente, el plan director 2007-2010 ante la comisión. Los representantes de los partidos se reunieron antes para aprobar el orden del día. Para algunos, la sorpresa fue mayúscula cuando les comunicaron que habría dos traductores simultáneos. Debe ser que los integrantes de la Comisión de Cooperación y Solidaridad de la Cámara autonómica no conocen idiomas. O, lo que es más preocupante, no conocen el castellano. (...)

Lo cierto es que, aunque todos entendían el castellano, no sólo había un traductor para versionar las intervenciones que se hacían en catalán, con el objeto de que las entendiesen los indígenas nicaragüenses, sino que había un traductor para traducir del castellano al catalán. Evidentemente, cuando uno de los invitados hablaba, ninguno de los presentes, absolutamente ninguno, hacía uso de los cascos. ¿Despilfarro? ¿Tomadura de pelo? Luna lo resume con una expresión: “Es ridículo. El ridículo más grande que se haya visto. Roza la payasada”. Y acusa: “Lo pidió Minovis”. (...)

Para Rafael Luna, “me recordaba la obra Las autonosuyas, de Fernando Vizcaíno Casas. Una de las situaciones que retrataba era precisamente ésta, donde se necesitaba un traductor de catalán-castellano. En aquel momento, aquello parecía una exageración, pero hoy ha ocurrido en el Parlamento catalán. La realidad siempre superará a la ficción”.

En honor a la verdad, no todas las intervenciones se hicieron en catalán. La representante de CiU y el representante de ERC no soltaron una palabra en castellano. El representante del PSC hizo su alocución en catalán y acabó con unas frases en castellano. Pero tanto el PP como el representante de ICV, se dirigieron a la Comisión en castellano por deferencia hacia los invitados. A pesar de ello, cuando terminó la reunión, el portavoz adjunto del PSC, Joan Ferran, se quejó de que se hubiese malgastado dinero y medios en un servicio de traducción simultáneo que no deja de ser inútil." (Fundación para la Libertad, citando a EL CONFIDENCIAL, 10/11/2009)

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