20/9/21

El independentidsmo catalan llevó a cabo el acto más valiente nunca realizado en Cataluña desde que PresidenTorra tuvo una pancarta colgando del balcón durante unas horas: retirar la bandera española de la sala de actos, aprovechando que Pedro Sánchez se había girado un momento. Así se forjan los valientes, así se ganan las revoluciones. ¡Cuánta dignidad!

 "No parece que la mesa de diálogo haya comenzado con muy buen pie, si ya de entrada hubo puñaladas entre miembros del gobernó para ver quién se sentaba. Lo ideal habría sido programar una mesa de diálogo previa, en la que se discutiría que formaría parte de la mesa de diálogo con el gobierno español. 

Para evitar fricciones, con anterioridad se debería organizar una mesa de diálogo para ver quién forma parte de la mesa de diálogo previa que prepara la mesa de diálogo con el gobierno español. Y así sucesivamente hasta crear miles de mesas de diálogo, por lo que todos los llacistes formaran parte de alguna, que esto es lo que interesa. 

Ya que no se espera ningún resultado tangible de ninguna mesa, al menos que sirvan para que todo aquel que lo desee pueda sentarse en una, y hacerse una selfie su caso. Y también los que no lo deseen, que en Cataluña no se hacen distinciones y si es necesario, se obliga a los ciudadanos a pasar por el aro.

 Del «presidente, ponga las urnas», al «presidente, ponga las mesas de diálogo», esto es el proceso. Yo me pongo en el lugar del gobernó, y realmente no tenía fácil poner en la mesa a alguien de JuntsxFotre o como se llamen hoy los convergentes, si Elsa Artadi estaba de tiendas, la Borràs troceando contratos para repartir a amiguitos y la Paluzié contando los billetes que ganó con la venta de camisetas del 11-S. Así no hay manera.

 Había la posibilidad, eso sí, de sentarse en un rincón de la mesa el muñeco del Vivales moviendo el brazo, el mismo muñeco que colocaron en un puente de autopista, que según los chinos trae suerte. Pero tener a un falso Vivales levantando insistentemente la mano como pidiendo permiso para ir a hacer pis, no parece la mejor manera de negociar nada, un niño repelente crispa los nervios de cualquiera. Según JuntsxPlorar o como se llamen hoy, no era obligatorio que los participantes en la mesa fueran miembros del gobernó. 

Está muy bien visto, ya he dicho que todos los catalanes han de poder participar en una mesa de negociación, al menos una vez en la vida. Al fin y al cabo, no sé qué tiene el vendedor iraní de pistachos que se hace llamar Puigneró, que no tenga la señora Tomasa, viuda ella, que lleva la verdulería de mi barrio. 

Admitiendo que cualquiera puede ir a dialogar, JuntsxRidícul, o como se llamen, está reconociendo, uno, que no hay nada que dialogar, y dos, que sus líderes son intelectualmente tan capaces de participar en una reunión de alto nivel como cualquier hijo de vecino, incluido cualquier estudiante de preescolar, siempre que sus papás le hayan pegado una pajarita amarillo en la mochila antes de salir de casa. La pena fue que el encuentro tuviera lugar en Barcelona. En Madrid habría dado más jugo.

 La imagen de la delegación catalana acudiendo a Madrid como si de la cumbre Reagan-Gorbachov se tratara, expresión circunspecta, vestidos de estreno y cobertura a TV3 durante 24 horas, queriendo así disimular que no son más que un grupo de provincianos de visita la capital, habría sido épica. Aun así, alguna utilidad ha tenido.

 Ha servido para que el lacismo llevara a cabo el acto más valiente nunca realizado en Cataluña desde que Presidentorra tuvo una pancarta colgando del balcón durante unas horas: retirar la bandera española de la sala de actos, aprovechando que Pedro Sánchez se había girado un momento. Así se forjan los valientes, así se ganan las revoluciones. Cuánta dignidad!"                (Albert soler, Diari de Girona, 17/09/21)

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