6/2/20

Marta Rovira temía que el Estado atacara a su hija... a Mireia Boya dos señores la esperaban a la puerta de casa... y a Eduard Pujol le persiguía un señor "con patinete"... estos sufridores...

 "Eduard Pujol sospecha que le persigue un señor "con patinete".

 El diputado de Junts per Catalunya, Eduard Pujol, fue entrevistado días atrás en El Debat de TVE, donde señaló que "un señor de mediana edad" que circula "con un patinete" le persigue por las calles de Barcelona y está pendiente "de mis movimientos".

"Ayer salí del Parlament, me iba a la calle Princesa para arriba y me giré. Me encontré un señor de mediana edad que iba con un patinete. Evidentemente no me pareció que fuera un señor que a esa hora tuviera ganas de ir en patinete, sino que era alguien que extrañamente podía ser que estuviera pendiente de mis movimientos. Son preguntas sobre la seguridad de que me incomoda", relató. (...)"             (e-notícies, 29/01/18)


"La ex diputada de la CUP, Mireia Boya, ha comparecido en la comisión del 155 celebrada en el Parlament, donde ha podido exponer durante un largo rato sus recuerdos del Octubre del 2017 así como desarrollar extensamente su ideario

Boya ha afirmado que el Estado practicó "guerra psicológica" y ha insinuado que la hija de Marta Rovira, que entonces tenía 5 años, podía ser uno de sus objetivos.

"Aquellos días teníamos que hacer frente a esta guerra psicológica del Estado que hacía cosas como ... tú volvías a la noche a casa sola y veías que había dos señores, a menudo los mismos, que te estaban esperando en la puerta de casa. Esto, para una mujer, en el contexto de la sociedad patriarcal en la que vivimos donde muchas de nosotros hemos tenido miedo a las agresiones machistas, podeis imaginar el efecto que producía en muchas de nosotras", ha dicho.

"Hablo por mí. No sé si después Marta Rovira hablará del miedo que tenía ella a que le pasara algo a su hija. Yo no tengo hijos pero otros que estábamos allí tuvimos que sufrir esta persecución policial y parapolicial del Estado", ha agregado.

"Teníamos que sufrir seguimientos, insultos, amenazas. Más de una vez tuve que entrar en un bar yendo por la calle porque había fascistas que me perseguían. Pedía ayuda al camarero hasta que alguien me venía a buscar", ha asegurado.

Por otra parte, ha criticado el "colaboracionismo -y aquí si que quiero utilizar este término- de los Mossos. Es inadmisible que se abran investigaciones contra gente que lo único que está haciendo es protestar contra una vulneración de derechos".

"Estos días que hay el juicio a Trapero hemos escuchado cosas muy desagradables. Tenían un operativo para detener al Govern y a Carles Puigdemont. Y estamos viendo aquí cada día la violencia de los Mossos, que pegan más que el cuerpo de Policía Nacional. Esto es inadmisible", ha considerado, además de lamentar que "al final lo que han conseguido es desactivar la calle y autocensurarnos".                (e-notícies, 04/02/20)

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