"He leído con pasmo creciente, que a punto ha estado de dejarme
paralizado e inutilizado para la columna, las declaraciones del
presidente del Gobierno asegurando que ninguna injerencia extranjera pervertirá el carácter democrático de las elecciones catalanas
del próximo 21 de diciembre. "Se votará con plena libertad". Debo
confesar que las llamadas injerencias, aproximadamente rusas, en el
Proceso convocan mi escepticismo. (...)
Es evidente que en Rusia y alrededores hay mucho paro y mucho ocio
y que hacerse un millón de tuits en una tarde es probable que deje su
dinerillo, gubernamental o, mucho más probablemente, privado.
Pero sobre
la necesidad de expandir la buena nueva independentista por medio mundo
no veo, francamente, cuál podría ser la aportación de un adolescente
irrisorio de Kazajistán teniendo a Minder, adolescente también, pero en absoluto irrisorio, que desempeña desde la corresponsalía del Times, el cargo de primer propagandista exterior de la sietemesina República Catalana.
Y quien dice Minder dice, acto seguido, la gran mayoría de la prensa
políticamente correcta, salvo la francesa, que por no tener al otro lado
de la frontera a los soberanos catalanes, y les alabo el gusto, sería
capaz hasta de soportar un dos de mayo inverso.
Comprendo que la
posibilidad de adherirse al fenómeno de las fake news sea una manera de estar en el mundo, aunque es sumamente gracioso que en el Proceso se hable de fake news, cuando siendo el Proceso enteramente un 'fake' lo realmente noticioso sería hablar de 'real news'.
Pero sumado y restado todo me sigue pasmando que el presidente Rajoy
tema la injerencia extranjera en la objetividad de las elecciones
teniendo a la radio televisión pública nacionalista. ¡Salvo que la
considere injerencia y extranjera!, lo que haría santamente.
¡Miles de hackers
rusos pervirtiendo la gran cita electoral! Hombre, hombre. Semejante
derroche del Mal, teniendo en el programa estrella de la radio pública a
la mujer madura que pedía a sus fanáticos oyentes, en los días previos
al referéndum, la posición de los coches de la policía y la guardia
civil para poder así bloquear sus estrategias. (...)" (Arcadi Espada, El Mundo, 16/11/17)
No hay comentarios:
Publicar un comentario