Recogida de dinero para pagar las multas de Artur Mas y los otros condenados por la consulta del 9-N - El País-11/09/17
"Desde media mañana podía vérseles por las calles de Barcelona en
uniforme de campiña: su camiseta amarilla y su mochila, su estrellada
más o menos vistosa y, probablemente, el anunciado billete de cinco euros en la cartera para pagarle a Artur Mas la multa
y que pueda así mantener su nivel de ahorro.
Habían llegado en algunos de los 1.800 autocares dispuestos por los organizadores y en otros medios de transporte público y privado. A echar el día en Barcelona. (...)" (Arcadi Espada, El Mundo, 12/09/17)
"Como este texto está escrito antes de la Diada del lunes, no sé si los asistentes siguieron el consejo en la red de alguien --ignoro si de forma particular o en representación de alguna de los miles de asociaciones patrióticas creadas últimamente-- que les exhortaba a presentarse en la marcha con un billete de cinco euros que, en un determinado momento, todos debían sacar del bolsillo y blandir de manera épica.
Habían llegado en algunos de los 1.800 autocares dispuestos por los organizadores y en otros medios de transporte público y privado. A echar el día en Barcelona. (...)" (Arcadi Espada, El Mundo, 12/09/17)
"Como este texto está escrito antes de la Diada del lunes, no sé si los asistentes siguieron el consejo en la red de alguien --ignoro si de forma particular o en representación de alguna de los miles de asociaciones patrióticas creadas últimamente-- que les exhortaba a presentarse en la marcha con un billete de cinco euros que, en un determinado momento, todos debían sacar del bolsillo y blandir de manera épica.
Espero que haya sucedido, ya que la imagen de miles de
catalanes agitando un billete de cinco pavos es algo digno de verse,
sobre todo ahora, cuando el mundo nos mira, aunque sea con estupor.
Soy
consciente de que la cosa se presta a comentarios malévolos sobre
nuestro supuesto amor al dinero, pero no me negarán que la imagen
resulta impactante como pocas, pues es una versión a lo Cecil B. de
Mille del mítico monólogo del difunto Trias Fargas
sobre la peseta catalana, que solía pronunciar, en vistas a denunciar el
expolio al que nos sometían los españoles, enarbolando una única moneda
de peseta.
Los cinco euros se supone que son para pagar la factura que el Estado le ha pasado a Artur Mas por tirar el dinero de todos los catalanes en el seudo referéndum del 9-N, aunque Jordi Sánchez --me resisto a ponerle el acento al revés: si él no respeta la gramática, yo sí-- dijo que cada catalán debía apoquinar diez eurillos para salvar de la miseria al Astut,
quien no hace mucho se quejaba de que lo quieren dejar tieso. Hombre,
Astut, no seas roñica, que no hay para tanto.
Seguro que pudiste hacerte
un raconet con las trapisondas del 3%. Y, además, los
empapelados de última hora contribuyen a que el pago a escote de tu
desahogo te salga bastante más económico. Así pues --consejo de amigo--,
paga y calla y vuélvete al basurero de la historia, que es donde te
envió la CUP, pues ya das un poco de pena andando por ahí cubierto de
metafóricas verduras pochas, envoltorios de comida basura y colillas.
¡Un poco de dignidad!
Y ya de paso, dile a tu fiel sicario, el pitufo gruñón de la ANC, que lo
de pedir limosna a los ciudadanos no es ni tan siquiera una idea
innovadora, pues la puso en práctica hace años la gran Lola Flores
cuando Hacienda se interesó por su contribución a las arcas del Estado,
que no era la que tenía que ser. Cierto es que estas recaudaciones
patrióticas suelen salir bien --dice el pitufo que ya llevan recaudados
800.000 euros, lo cual nos recuerda aquel lema libertario que rezaba Un patriota, un idiota--, pero seguir el ejemplo de una folklórica no es lo que todos esperamos de nuestro Moisés particular." (Ramón De España, Crónica Global 12/09/17)
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