"Tras interrogar el pasado sábado en los juzgados de Palma a la
Infanta Cristina durante seis horas, el juez José Castro considera
probado que la imputada tiene problemas de comunicación en su
matrimonio.
La hija del Rey, imputada por fraude fiscal y blanqueo de capitales,
aseguró en reiteradas ocasiones que desconocía los negocios de su
marido, y tal desconocimiento, según el juez, “revela conductas
negligentes que podrían poner en peligro una relación de casi veinte
años”.
El interrogatorio constó de más de 400 preguntas que, pese a
centrarse inicialmente en los detalles del caso Nóos, acabaron
interesándose de forma exclusiva por el día a día de la pareja.
“¿Su esposo llega por la noche después de trabajar y usted qué hace,
qué le dice?”, preguntó el juez a la Infanta Cristina. “Le pregunto qué
tal le ha ido todo”, contestó la imputada. “¿Y él que dice?”, insistió
el juez, a lo que la hija del Rey respondió que Iñaki Urdangarin se
limitaba a decir “Bien, cansado pero bien”.
El magistrado acusa a la Infanta Cristina de “no pedir más detalles a
su esposo, no tanto para controlar como para demostrar un poco más de
interés, que es la base del cariño”. Tampoco exculpa a Iñaki Urdangarin,
al que considera “corresponsable de la progresiva degradación de los
vínculos afectivos”.
“¿Puede recordar cuándo fue la última vez que miró a los ojos de su
marido y reconoció a aquel chico rubio lleno de sueños y ambición?”,
insistió el juez Castro desmontando emocionalmente a la interrogada, que
apenas pudo responder negativamente entre balbuceos y con los ojos
llenos de lágrimas. “Le quiero pero no sé qué nos ha pasado”, pudo
añadir finalmente.
“¿Cuándo fue la última vez que hablaron de manera sincera, cara a
cara y desnudando su alma el uno frente al otro?”, inquirió el
magistrado, esta vez sin obtener respuesta.
Tras una pausa breve pero cargada de tensión, el juez sentenció que
“una relación es como un jardín que hay que cuidar, y en el suyo
empezaron a crecer malas hierbas, las del caso Nóos, que ponen de
manifiesto que tanto usted como el señor Urdangarin dejaron de luchar
por el proyecto que comparten. Y esta es la raíz del problema, esto es
lo que nos ha llevado hasta aquí”.
La conclusión principal del magistrado es, en sus propias palabras,
que “el señor Iñaki Urdangarin buscó en el dinero la satisfacción que ya
no le estaba proporcionando su matrimonio, y todo ello con la
complicidad de la imputada, que por miedo a afrontar el problema
prefirió fingir que nada ocurría”.
El juez insiste en que “detrás de todos estos problemas de
sociedades, papeles y dinero hay una pareja que olvidó cómo quererse”.
La argumentación del magistrado José Castro le lleva a imponer a la
Infanta Cristina la obligación de presentarse el día 20 de cada mes en
los juzgados de Palma junto a su marido.
“Quiero que se sienten los dos aquí y me vayan contando cómo les va
al uno y al otro, y que adquieran de nuevo el hábito de compartir lo que
esconden sus corazones. Vamos a romper ese muro de gélido hormigón que
se ha creado entre ustedes y verán cómo el asunto este del fraude fiscal
se diluye y sus lazos recuperan el vigor de antaño”, ha prometido el
juez." (El Mundo Today, Xavi Puig el 10 de febrero, 2014)
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