Como ya han terminado las campañas electorales, TV3 puede volver a pronunciar «exiliados» y «presos políticos»: -Mañana se espera sol, pero los presos políticos continuarán a la sombra.

"Como ya han terminado las campañas electorales, TV3 puede volver a pronunciar «exiliados» y «presos políticos». Han sido un par de meses de sufrir. Un miraba el Telediario y temía que en cualquier momento a Ramon Pellicer o quien fuera que hiciera de presentador, explotara en directo y embadurnado de sangre las pantallas de toda Cataluña, por haberse guardando dentro tantos presos políticos y exiliados. 

Se notaba que querían decirlo, se notaba, pero no podían, y eso los hacía aparecer en pantalla con el aspecto de quien tiene unas inconmensurables ganas de cagar pero tiene restringido el acceso al inodoro. Una agonía.

Por fortuna, desde hace unos días se están rehaciendo, de las palabras prohibidas, digo, que de su situación intestinal desconozco los detalles. En TV3 ya son libres de decir «presos políticos» y «exiliados» tantas veces como quieran. 

Y a fe que lo aprovechan, un venusino que tuviera la mala fortuna de sintonizar este canal creería que aquí llevamos cadenas en los tobillos y recogemos algodón cantando blues. Es lo que tiene la abstinencia, que cuando la acabas te quieres comer el mundo. Al director de TV3, un tal Sanchis, le falta sólo ordenar a los hombres del tiempo que también insistan.

 -Mañana se espera sol, pero los presos políticos continuarán a la sombra.

Habrá matrimonios rotos, seguro, porque ni en casa pueden estar sin decir las palabras que dan sentido a su vida -exiliatspresospolíticsexiliatspresospolítics-, y eso no hay cónyuge que lo aguante. Todo sea por la republiqueta, seguimos, etc.

 Sin estas palabras, TV3 pierde su razón de ser. ¿De qué sirve un canal si sus presentadores no pueden decir las palabras mágicas, las que hacen país? Imagínense al FAQS (...) sin poder pronunciar «exiliados» ni «presos políticos». 

Yo veía a la Rahola y a los espectadores en el plató, todos con el correspondiente pajarita amarillo, y sufría por ellos, explotarán, tendrán un ictus, les bajará el azúcar, qué se yo, eran como drogadictos a los que se les hubiera hurtado de golpe la heroína. 

Es que no tenían a mano ni una triste metadona, no sé, alguien que en lugar de «exiliados» pronunciara sucedáneo «patriotas en el extranjero», que no es lo mismo pero sirve para salir del paso y aguantar hasta la próxima dosis. Suerte que ha acabado el sufrimiento. Exiliatspresospolítics."                   (Albert Soler, Diari de Girona, 24/06/19)